Fanny es curiosa, por lo que escucha con atención las historias que estos foráneos traen desde distintos rincones del mundo. Y así fue como hace unos años se enteró que en España había una excursión llamada Camino de Santiago, y que cada vez más personas se animaban a disfrutarla a bordo de una bicicleta. Esta historia quedó enclavada en la memoria de Fanny hasta que cuando se cansó de ver cómo los adolescentes de su comunidad cada día abandonaban la selva para irse a trabajar a la ciudad o a los campamentos mineros de la región. Esta mujer pemona pensó que tal vez sería una buena salida aprovechar los 30 mil kilómetros cuadrados que rodean al Parque Nacional Canaima donde está Kamarata para crear un Camino de Santiago al estilo venezolano, y emplear a los más jóvenes como los guías de esta excursión para turistas.
“Mi idea fue buscar una salida para que nuestras nuevas generaciones contaran con una oportunidad de trabajo para no irse a las minas o a la ciudad. Entonces, comencé a trabajar en el proyecto de rutas en las que ellos mismos se convirtieran en los guías, y mostraran nuestras costumbres a los turistas”, cuenta Fanny desde su churuata, una vivienda indígena que sirve de parking para bicicletas.
Este programa se llama Saway-Saway, que en lengua pemona significa “pedalea, pedalea”. En la actualidad funciona con cuatro rutas en bicicleta, y permite a los indígenas más jóvenes mostrar las creencias y las costumbres de su etnia.
Si quieres conocer a Fanny, vive una Experiencia Eposak en Kamarata.